Se acabó. Sabía que esto pasaría y ha acabado pasando. Mi corazón se ha roto en mil pedazos. Estoy triste, pero no me gusta aparentarlo. Nunca me ha gustado hacerlo, soy más fuerte de lo que muchas personas se imaginan, aunque también más tonta. Ahora, tendré que cambiar todos y cada uno de mis pensamientos, tendré que cambiar de mundo, porque mi mundo eras tú, tendré que cambiar de sonrisa, porque la pintaba por tú. Es el amor, que lo hace todo tan bonito...pero a veces hace que las cosas cambien tan bruscamente. Dos semanas, son las que llevo sin parar de experimentar emociones distintas, pensando que todo esto acabaría con un bonito final..., pero no, todas ellas han acabado escachadas, quemadas, pisoteadas...Y es que ahora me veo tan tonta, tan ingenua. Y es que empiezo a sentir la de ostias que me va a dar la vida, la de veces que voy a tropezar y me caeré, pero seguiré mi camino hasta el final, porque abandonar es de cobardes y de eso nada. Porque hay que luchar aun cuando no tengas a nadie por quien levantarte de la cama. Aun cuando tu corazón esté roto o no lata como latía antes, aun cuando deje de creer en mí. Porque sé que algún día alguien aparecerá con un bote de pegamento en la mano, y me pegará todos y cada uno de los trocitos de mi ahora roto corazón, con mimo y esmero, y sanará todas y cada una de las heridas que tú me abriste. Hasta entonces.